¿Alcohol y embarazo? Aquí todas las respuestas


¿Es seguro beber un poco de alcohol en el embarazo?


Si estás embarazada y te preguntas si está bien disfrutar de manera ocasional de un vaso de vino o de una cerveza, no vas a encontrar una respuesta única. 
Algunos médicos recomiendan que se evite por completo el alcohol cuando se está esperando un niño; otros dicen que es poco probable que el consumo de alcohol de vez en cuando  pueda dañar al bebé.. Hasta la fecha, los estudios científicos no han llegado a un acuerdo sobre si existe un nivel seguro de consumo de alcohol durante el embarazo

Lo primero que debe quedarte claro es que los efectos adversos del consumo de alcohol durante el embarazo son proporcionales al consumo medio, el número de vasos consumidos en cada ocasión (los gramos de alcohol que pasan a tu sangre) y son diferentes en función del trimestre del embarazo durante el cual se ha consumido.

Consumo de alcohol en grandes cantidades


Durante décadas, los investigadores han sabido que consumo excesivo de alcohol durante el embarazo puede causar defectos de nacimiento. Pero los efectos potenciales de pequeñas cantidades de alcohol en un bebé en desarrollo no se conocen bien.
Desde los años 70 del pasado siglo se sabe que los hijos de gestantes alcohólicas crónicas  una enfermedad recurrente grave que cursa con:

  • Abortos frecuentes.
  • Síndrome de enanismo intrauterino con debilidad mental.
  • Aumento de los índices de mortalidad neonatal.
  • Crecimiento intrauterino retardado.
  • Malformaciones faciales (dismorfia facial) como: fisuras palpebrales cortas que dan sensación de ojos pequeños y alargados, nariz pequeña, filtrum poco diferenciado, labios delgados…
  • Disfunción general del sistema nervioso central: niños irritables, presentan temblores, hiperactividad e hiperexcitabilidad, disminución del reflejo de succión, alteraciones del comportamiento, retraso mental…
  • Alteraciones esqueléticas, cardiovasculares, renales, oculares…


A esta enfermedad se le conoce con el nombre Síndrome Alcohólico Fetal.En algunos casos no están presentes todas las alteraciones. Por ello se diferencian 3 grados de afectación:

1. Grado I: presentan crecimiento fetal retrasado con escasa o ninguna anomalía facial.

2. Grado II: presentan crecimiento fetal retrasado pre y postnatal y leves anomalías neurológicas y 
faciales.

3. Grado III: crecimiento fetal retrasado con alteraciones neurológicas graves asociadas a malformaciones viscerales y faciales.

La etapa de alcoholismo de la madre, influye tanto sobre el grado de afección fetal como sobre la frecuencia del Síndrome Alcohólico Fetal  en la descendencia.En el acoholismo se definen tres etapas:

Fase prodrómica (alcoholismo moderado): en los hijos de gestantes alcohólicas en  fase prodrómica es poco frecuente encontrar signos de Síndrome Alcohólico Fetal, y si aparecen son de grado I.

Fase crítica (con dependencia física y psíquica del alcohol): en los hijos de estas gestantes se detecta alguno de los grados de Síndrome Alcohólico Fetal:
Grado I: 20% de los bebes
Grado II: 12% de los bebes
Grado III: 5% de los bebes
Fase crónica (consumo continuo y dependencia total): se observan signos de Síndrome Alcohólico Fetal:
Grado I: 10% de los bebes
Grado II: 22% de los bebes
Grado III: 24% de los bebes

En las fases de alcoholismo más graves, la frecuencia de las complicaciones fetales es mayor, así como su gravedad.
Los efectos del alcohol sobre el feto repercuten desfavorablemente sobre la calidad de vida extrauterina. Se publican porcentajes elevados de niños con cocientes de inteligencia inferiores a 71 a los 7 y 14 años de seguimiento. El retraso del crecimiento puede prolongarse a lo largo de la infancia e incluso de la adolescencia.

Consumo moderado de alcohol y embarazo


Aunque hay pruebas sustanciales que demuestran que altos niveles de consumo materno de alcohol pueden ser perjudiciales para el crecimiento de los órganos fetales, el efecto de la exposición intrauterina a dosis bajas de alcohol en el feto en desarrollo sigue siendo poco clara y hay mucha confusión al respecto. Primero, porque los estudios científicos se contradicen entre sí y segundo porque no se habla claramente de la cantidad de alcohol ingerida. 

Los estudios suelen ser retrospectivos. Se les pregunta a las mujeres cuanto bebieron (si se acuerdan). Se habla muchas veces de copas bebidas al día o a la semana, cuando no es lo mismo una copa de cerveza, una de vino o una de vodka. 

En función de los estudios revisados ​​, la definición de bajo consumo o moderado de alcohol es diferente.En la mayoría de los estudios, se define el consumo de alcohol, tomando como referencia una bebida de baja graduación (cerveza, vino) siendo el consumo bajo no más de  4 bebidas por semana y el consumo moderado de no más de 8 bebidas por semana.

En cuanto a los efectos de este consumo moderado o bajo, muchos estudios dicen que no hay efecto ninguno, pero otros dicen que hay efectos a largo plazo en el desarrollo del bebé posterior al nacimiento. Un tóxico para el cerebro como el alcohol puede producir diferentes efectos en el bebé, dependiendo de la época de exposición. Por ejemplo , en una fase de la gestación puede producir problemas de psicomotricidad y en otra problemas de hiperactividad.


La realidad es que, aunque muchas mujeres optan por abstenerse del consumo de alcohol durante el embarazo, sigue habiendo una alta proporción de mujeres que continúan consumiendo niveles bajos a moderados de alcohol durante el embarazo. Muchas viven con un sentimiento de culpa y ansiedad el haber bebido antes de que se dieron cuenta de que estaban embarazadas. Otras están convencidas de que un poco de alcohol no puede ser negativo para el bebé.

La dosis de alcohol necesaria para que el feto presente un Síndrome Alcohólico Fetal  supera los 200 g/día, pero es muy difícil alcanzar esas cifras con un consumo bajo o moderado.
Ten en cuenta que una lata de cerveza tiene aproximadamente 17 gramos y una copa de vino 20 gramos.
En los niños cuyas madres ingieren entre 60-80 gramos/día se detecta una disminución del peso al nacer pero un consumo inferior a 14 gramos/día a mitad del embarazo, no produce efectos adversos en el feto, al menos hasta el nacimiento y parece ser que tampoco hasta la edad adulta.


Alcohol en las primeras 6 semanas de embarazo


El consumo de alcohol en todo el período de la concepción puede alterar la división celular normal. Tanto el etanol como su metabolito principal, el acetaldehído son conocidos por interferir con la división de las células.  
Un estudio de pre-concepción de 430 parejas, sin ningún conocimiento de su capacidad reproductiva, pero con un plan real de concebir, mostró que el consumo de alcohol en la semana antes de la concepción se asoció con un riesgo de 2 a 3 veces superior de aborto espontáneo.
El alcohol interfiere con el metabolismo del ácido fólico y reduce su biodisponibilidad. Cuando se quieren tener niños, se recomienda a las mujeres en edad reproductiva tomar suplementos de ácido fólico diarios 4 semanas antes de la concepción hasta 8 semanas después de la concepción. 
Sin embargo, un consumo diario de alcohol de más de 3 vasos  (¿30 gramos?), puede ser perjudicial, ya causa la deficiencia de ácido fólico, un riesgo para la aparición de defectos del tubo neural y que también parece afectar el desarrollo del comportamiento, asociándose con problemas emocionales en los niños de 3 años de edad. No sufras: 30 gramos al día son 2-3 cervezas o 2-3 copas de vino o un copazo de whisky. Seguro que no has bebido eso ni de lejos. Ojo, la cerveza es una fuente importante de ácido fólico, luego, con esta bebida no podría darse este riesgo.

En un estudio prospectivo realizado en Inglaterra, el consumo de menos de 1 bebida por semana durante el primer trimestre de embarazo se asoció con problemas de salud mental en las niñas a los 47 meses de edad. En otro estudio realizado en los Estados Unidos, la exposición moderada al alcohol durante el los 1º y 2º trimestres se relacionó con una capacidad intelectual disminuida en niños a la edad de 10 años. Sin embargo, otros dos estudios no encontraron efectos significativos sobre la inteligencia de niños cuyas madres bebieron hasta 8 bebidas por semana. 


Ante tanta confusión, muchas deciden no beber, por ser lo más seguro. También porque parece que es lo que se espera de ellas como buenas madres y porque tampoco les supone un gran sacrificio, ya que apenas bebían antes del embarazo.

¿Cómo actual el alcohol en el embarazo?


El etanol es un hipnótico sedante que se absorbe rápidamente por el aparato digestivo y se elimina a través de la orina, el aire espirado y el sudor. La mayor parte se oxida en el hígado (90%) a un ritmo constante de 6-8 g/h y en el organismo se almacena toda la cantidad que supere a la descrita.

En la mujer, los niveles de alcohol son mayores que en el hombre, al ser menores el contenido de agua corporal y la concentración de alcohol-deshidrogenasa (ADH) en el estómago.El embarazo no modifica el metabolismo del etanol, que atraviesa la barrera placentaria libremente, produciendo:
  • Disminución del flujo sanguíneo útero-placentario.
  • Malnutrición y desnutrición y alteración del desarrollo del feto
  • Colapso de vasos umbilicales.
  • Disfunción de la contractilidad del miocardio.

La exposición de la placenta al alcohol o sus metabolitos puede producir anomalías anatómicas que conducen a la muerte intrauterina o defectos de nacimiento estructurales. Afecta a la regulación del flujo sanguíneo a la placenta y la generación de la restricción del crecimiento fetal y podría ser responsable de la pérdida del embarazo. El suministro de nutrientes al feto se ve afectado y se genera un retraso del crecimiento intrauterino. 

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